" YO, YO DESEARÍA QUE PUDIERAS NADAR COMO LOS DELFINES, COMO NADAN LOS DELFINES. AUNQUE NADA, NADA NOS MANTENDRÁ JUNTOS, PODEMOS DERROTARLES PARA SIEMPRE. PODEMOS SER HÉROES SOLO POR UN DÍA. ( HEROES ) David Bowie

7 nov 2011

SOY ALCOHÓLICO, DROGADICTO, HOMOSEXUAL. SOY UN GENIO



Esta es una entrevista ficticia, es decir,  sólo es fruto de mi imaginación; partiendo de documentación y textos leídos sobre su persona., que son muchos, el
escritor y personaje siempre me atrajo, hasta tal punto, que creo haber leído todo acerca de él.


SUSAN LENOX ENTREVISTA A TRUMAN CAPOTE.



Truman Streckfus Persons, más conocido como Truman Capote  ha aceptado recibirme  en su apartamento, situado al oeste de la calle 52. Hace ya quince minutos que le espero en el salón cuando finalmente aparece. Camina como si cada uno de sus pasos respondiese a la coreografía de una música que sólo él parece oír. Viste con un pijama blanco con rayas rojas y sostiene un Martini en la mano. Apenas ha pasado un mes desde que lo ingresaran en el hospital Regent, sin cambio de rumbo alguno. No obstante, Truman Capote conserva intacta su extravagancia y ostentación, su asombroso ingenio y mordaz sarcasmo; una lengua viperina muy apreciada entre sus frívolas y pudientes amistades de la jet set neoyorquina. Truman Capote, amante de las palabras, un prisma al que uno podría estar dándole vueltas en cualquier sentido sin que dejasen de aparecer los más hermosos colores. Una mente maravillosamente sutil, transitando por un camino empedrado, rumbo al cementerio. Absorbido por un estilo de vida que le encadenó a la jet set, al tiempo que se alejaba de su oficio y talento. Incapaz de superar sus viejos fantasmas, a pesar de haber ascendido socialmente desde la nada para alcanzar una gloria que ahora nada significa. Empastillado y alcoholizado, cada vez menos genio, menos musical.




Muy bien Sr.Capot… quiero decir, Truman.
T.C: Alcohólico, drogadicto, homosexual. Soy un genio.
T: Se tiene en gran estima.
T.C: Hay un sólo Truman Capote, nunca ha habido alguien como yo y cuando me vaya no habrá nadie como yo. Tengo más o menos la altura de una escopeta y soy igual de estrepitoso.
T: ¿Se encuentra bien?T.C: En mi oscura demencia, absolutamente solo con mi baraja de naipes y, desde luego, con el látigo que Dios me dio.
T: Sr.Capo.. Truman… le agradezco el tiempo que me dedica. Se de buena tinta que se encuentra enmarañado en su última novela, PLEGARIAS  DESATENDIDAS. Su particular En busca del tiempo perdido.
T.C: La alta sociedad norteamericana en la segunda mitad del siglo XX. Este libro trata de ustedes, de mí, de ellos, de todos. No soy Proust. No soy tan inteligente ni tan culto como él. En muchos aspectos no soy tan receptivo. Pero mi visión es tan buena como la suya. ¡En todo! ¡Lo veo todo! ¡No se me escapa nada! Lo que escribo es cierto, es real y está escrito, posiblemente, con una prosa de inmejorable factura que no creo que ningún escritor norteamericano sea capaz de conseguir. De eso es de lo único que me precio, que no es poco. Si Proust fuese norteamericano y viviera ahora en Nueva York, eso es lo que escribiría. Soy la única persona de este país que podía escribir este libro: la única persona. Es la raison d’ être de toda mi vida.
T: ¿No se enfadarán sus cisnes y pavos reales?
T.C: Ellos dan por supuesto que yo vivo de acuerdo a sus valores y es como si al escribir les dijese: “Todo aquello por lo que vivisteis, todo lo que hicisteis no es más que un montón de mierda”. Y eso es verdad. ¿Qué creían, que estaba con ellos para entretenerles?




T: Veo que no perdió suficientes amigos con el cuento La Côte Basque… ¿Empezamos?
T.C: ¡Por favor!
T: ¿Cuándo decidió ser escritor?
T.C: Empecé a escribir cuando tenía ocho años: de improviso, sin inspirarme en ejemplo alguno. No conocía a nadie que escribiese y a poca gente que leyese. Pero el caso era que sólo me interesaban cuatro cosas: leer libros, ir al cine, bailar claqué y hacer dibujos. Un día caminaba por la carretera chutando piedras y advertí que quería ser escritor, un artista. ¿Cómo sucedió? Eso me gustaría saber a mí. Mis parientes no eran más que unos pobres granjeros. No creo en la posesión, pero algo se apoderó de mí, algún pequeño demonio me hizo escritor. ¿Cómo explicarlo si no? Comencé a escribir, sin saber que me había encadenado de por vida a un noble pero implacable amo. Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo: ¡y el látigo es únicamente para autoflagelarse!
T: Usted no lo sabía…




T.C: Por supuesto, yo no lo sabía. Escribí relatos de aventuras, novelas de crímenes, comedias satíricas, cuentos que me habían referido antiguos esclavos y veteranos de la Guerra Civil. Al principio fue muy divertido. Dejó de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y mal. Luego hice otro descubrimiento más alarmante todavía: la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero; es sutil, pero brutal. ¡Y entonces cayó el látigo
T: ¿Qué escribía por entonces?
T.C: Los escritos más interesantes que realicé en aquella época consistieron en sencillas observaciones cotidianas que anotaba en mi diario. Extensas transcripciones al pie de la letra de conversaciones que acertaba a oír con disimulo. Descripciones de algún vecino. Habladurías del barrio. Una suerte de reportaje, un estilo de “ver” y “oír” que más tarde ejercería verdadera influencia en mí, aunque entonces no fuera consciente de ello, porque todos mis escritos “serios”, los textos que pulía y mecanografiaba escrupulosamente, era más o menos novelescos.
T: Sin embargo, ¿en su infancia los latigazos provenían de su madre que lo menospreciaba por sus maneras afeminadas?




T.C: Yo era una pequeña preciosidad de porcelana, con mis andares y posturas, que me convirtieron en algo raro y distinto ante los demás muchachos. Incluso mi voz empezó a sonar extraña, aniñada y artificiosa: idéntica a como es ahora. No es que me sintiera encerrado en un cuerpo extraño. No era transexual. Sólo pensaba que las cosas me serían más fáciles siendo chica. Mi madre (Nina) siempre fue hipersensible a las opiniones de los demás. Hasta me llevó a dos psiquiatras con la esperanza de encontrar una curación, algún medicamento, alguna terapia que hiciese de mi el chiidentidad como artista, como hombre y como homosexual.
T.C: Intenté ser lo que mi madre quería, pero fracasé.

T.C: Intenté ser lo que mi madre quería, pero fracasé.
T: Usted escribió en su opera prima: “Si le pones un peso y lo
hundes en lo más hondo, no importa: subirá y buscará la superficie ¿Y por qué no? Cualquier amor que haya en la naturaleza de una persona es natural y hermoso. Sólo los hipócritas responsabilizan a un hombre de lo que ama, sólo los analfabetos emocionales y los detentadores de la santa envidia, que en su preocupación agitada confunden frecuentemente la flecha que señala al cielo con la que conduce al infierno”.
T.C: Sin embargo, también los fantasmas vuelven a la superficie.
co que ella quería que fuera.
T: Usted intento exorcizar demonios en su primera novela Otras voces, otros ámbitos
. Un viaje hacia el descubrimiento de su  homosexualidad.



T: No encontraste mucha ayuda.
T.C: Recuerdo que cuando estaba en el Trinity, un profesor me llevaba al cine Olimpia, en el alto Broadway, y en las últimas filas mientras el profesor me acariciaba yo le masturbaba
T: El efecto de tal escena en un joven muchacho fue cuanto menos una lamentable iniciación en los misterios del sexo. Y para colmo su madre lo envió a una escuela militar.
T.C: Casi todos los chicos de St.John me daban miedo. Se tomaban el sexo muy en serio. Y en lugar de aportarme felicidad y seguridad, verme asediado de aquella manera tenía el efecto contrario. Era como si estuviese en la cárcel. He hablado con muchos presidiarios y sé cómo se sienten. Siempre hay un recluso joven y agraciado a quien todo el mundo persigue.
T: Usted siempre ha querido ser admirado, ¿vedad? Nunca se ha conformado con un papel secundario.



T.C: Eso me recuerda mi pequeño papel en una obra épico-histórica titulada If I Were King en el colegio. Me adjudicaron el papel de comparsa, ¡de verdugo! Así que me lo amplié. Si no podía representar el papel de François Villon, el hombre que salvó a Francia, me convertiría en el verdugo más locuaz de la historia del teatro. “No es éste un ahorcamiento cualquiera. ¿Recordáis hace cuatro años cuando colgamos…?” Fue como si uno de los lanceros en Hamlet se hubiese arrogado el protagonismo para recitar To be or not to be. ¡Al final de la obra a Villon casi lo cuelgan! Antes de que bajasen el telón el profesor de arte dramático empezó a perseguirme por el escenario. Sin duda la escena más interesante y divertida de toda la obra.


"No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo." (Breakfast at Tiffany's)




29 comentarios:

Saraiba dijo...

He leído algunos libros de él y es sensacional. No se si llegará a genio pero si que posee grandes obras y su nombre está escrito en la historia.

Isabel dijo...

¡¡Genial Susan!! Una entrevista maravillosa. Le respeto mucho. A sangre fría es una de las mejores novelas periodísticas que he leído. Y me encantan sus cuentos. Aunque amo más al escritor que a la personalidad que se fabricó.
Besitos linda
Isabelnotebook

Mario Salazar dijo...

Muy buena entrevista ficticia, excelente imaginación, parece que en verdad estamos tratando con Capote, has sabido mezclar verdad con ficción y recrearlo en su sensibilidad aunque él era mucho más extravagante aún y más divo. He leido a sangre fía dos veces y me parece tremendo el libro. También considero música para camaleones como el título más ingenioso que he escuchado. Besos.

Mario.

CINEXIM dijo...

Ni Faulker ni Hemingway, Capote fue el escritor norteamericano más grande del SXX!!!!

Remilgo Cinéfago dijo...

Sin duda unos de los grandes escritores del siglo pasado. Un hombre atormentado que supo plasmarlo en sus obras.

CINEXIM dijo...

Susan, Ida Lupino, Ida Lupino!!!

Daniel Bermeo dijo...

Jolin! Que buena entrevista ficticia Susan... ¿Quien no quisiera haber entrevistado a un escritorazo como él? Vi el film de Bennet Miller, Capote, hace un par de meses atrás, y deja fascinado el tratemiento que se le da a esta fugura de la literatura no solo norteamericana, sino mundial.
Por ejemplo, A sangre fria es sencillamente espectacular.
Un abrazo.

Cristina dijo...

Hola Susan! Una idea excelente las que has tenido de realizar esta entrevista ficticia y muy muy original.Yo tan sólo conocia a Capote por sus exitos de A sangre fria, y Desayuno en Tiffanys, pero un día por casualidad encontré el fragmento de un libro en el que citaba su amistad con Marilyn, y en el que se extraían varias conversaciones que mantuvo con ella, y me di cuenta de que era un buen hombre, un buen amigo que la supo querer por quién era y no por lo que era,y que sufrió mucho la muerte de la actriz. Desde ese momento, sobre todo debido a mi pasión por Marilyn, comenzé a admirarlo aún más.Muy bueno tu relato. Besos.

Jimmy dijo...

Sé de tu gran conocimiento y pasión
por la literatura norteamericana, pero esta ficción que has construido sólo puede hacerlo alguien que como tu es poseedora de
un cerebro superdotado, porque este blog, destila sensibilidad e inteligencia a partes iguales; tendrían que pagarte por hacerlo estimada Susan.
Capote fue un gran escritor, pero mas que nada, hizó de si mismo un personaje genial y creo que hubiese
estado encantado de poderte conocer
y sentir la admiración que por el tienes, al igual que yo, que haberte conocido y disfrutar de tu
conversación y belleza, es un regalo del que tengo que dar gracias y sentirme afortunado por gozar de tus palabras y presencia.
No cambies nunca, molts petons bellesa.

deWitt dijo...

Plas! Plas! Plas! Aplausos virtuales porque parece una entrevista totalmente verdadera. Me ha encantado, creo que has reflejado muy bien su esencia y su obra.
Maravilloso Capote!

Petons

Raúl dijo...

Una estética y una contunción, las de tu blog, francamente interesantes.

Santy Trombone dijo...

Como comenté en mi blog, lo realmente excitante de Truman era su personalidad... quien pudiera sentarse una tarde con él y compartir confidencias!!!... puestos a soñar... ¿te imaginas?

Alforte dijo...

Aysss que siempre te leo, pero es que Capote no me llega, por eso no había comentado nada...antes que ser negativo prefiero callar
Bsote

Susan Lenox dijo...

SARAIBA

tenía una genialidad que sólo era suya.

Besitos.

Susan Lenox dijo...

ISABEL

Yo amo por igual al escritor que a la personalidad, que me parece increible.

besotes guapa.

Susan Lenox dijo...

MARÍO

El titulo de mi blog, se debe a un libro suyo Plegarias desatendidas, Capote fue un gran escritor A SANGRE FRÍA, es una de las mejores novelas periodisticas del siglo XX.

besos.

Susan Lenox dijo...

CINEXIM

Bueno permiteme que no este de acuerdo, a mi Hemingway me parece un gran escritor, pero no me llega
pero querido Faulnker era inconfundible, era un maestro a nivel literario creo que muy superior a Capote, lo que pasa es que no se creo un personaje a su medida.

petons.

Susan Lenox dijo...

JUANMA

totalmente de acuerdo, capote es uno de los grandes escritores norteamericanos del sur junto a Carson McCullers.

Un saludo.

Susan Lenox dijo...

CINEXIM

Cari, ya me acuerdo Ida Lupino le roba el abrigo de visón a Gloria Gramham.

Susan Lenox dijo...

DANIEL

Gracias, es que tengo mucha imaginación, yo también vi la peli de Bennet, y me encanto.
un beso.

Susan Lenox dijo...

SQSM

Marilyn y Capote eran grandes amigos, lo cual me parece bastante
logico, ambos venían de familias desestructuradas y le unia una serie de vicios comunes, sobre que quería a Marylin de verdad, no sé que pensar, o sí, este tipo de personas sólo se quieren a si mismas y a su arte, el egocentrismo
les puede y creo que Capote es un claro ejem. Añadiré algo más, creo que querer, querer, sólo se quiere a los hijos y algo a los padres, lo demas es digamos un puro teatro
de mas o menos calidad.

besotes.

Susan Lenox dijo...

JIMMY

GRACIAS, GRACIAS Y MÁS GRACIAS.

Susan Lenox dijo...

DEWITT

Gracias amigo, de eso se trataba, tengo una imaginación que ni te cuento....

Bicos.

Susan Lenox dijo...

DEWITT

Gracias amigo, de eso se trataba, tengo una imaginación que ni te cuento....

Bicos.

Susan Lenox dijo...

RAÚL

De eso se trata, de crear algo diferente y personal, porque creo firmemente que los blogs unicamente de cine, llegan a ser en muchas casos muy repetitivos.

un beso.

Susan Lenox dijo...

ALFORTE

Al amore, tu pasate cuando te apetezca o tengas algo que decir...
sólo faltaría.

Besotes.

Susan Lenox dijo...

CALAMARIN

tenía esta entrada en un word hace tiempo... puestos a imaginar, imaginemos, es tan bonito...

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Había leido la entrada hace bastante, y quería comentarla, porque es uno de mis escritores favoritos, y porque con grandisimo esfuerzo has contado muchísimas cosas de él. Completísima entrada.
No se puede escribir mejor, aunque en su última época jugó a la auto-destrucción y lo consiguió.
Petons!

Susan Lenox dijo...

ELBLOGDERIPLEY

También es uno de mis escritores favoritos, es cierto que jugó a la auto-destrucción, pero sin eso no sería Capote.

petons