De los maestros indiscutibles del cine italiano, Luchino Visconti es, a cien años de su nacimiento el más olvidado. Tal vez porque los lugares comunes sobre su cine aluden a un academicismo decorativo, instintivamente ligado al cine “de época”, que sus compañeros de fatigas (Fellini, Rossellini, Antonioni) evitaron con más o menos astucia. Para muchos, Visconti sólo es el autor de El Gatopardo, Ludwig o Muerte en Venecia; un cineasta abrazado al departamento de dirección artística, enamorado de una realidad palaciega, por muy decadente que ésta fuera; nostálgico de una belleza que muere, atrapada en la cárcel de la Historia. Muchos subestiman -o directamente ignoran- que Visconti, aristócrata de nacimiento (era conde de Mostrone) y comunista por convicción, se anticipó al Neorrealismo con su ópera prima, Ossessione, adaptación de El cartero siempre llama dos veces, y que contribuyó a la consolidación del movimiento con una insólita crónica de la vida de los pescadores sicilianos titulada La terra trema. Que clausuró el Neorrealismo con una de las películas más hermosas y arrebatadas de la Historia del cine, Rocco y sus hermanos, film-río sobre la emigración de Lucania a Milán. Que su reputación como director teatral y operístico, y como forjador de talentos vírgenes -pensemos, sólo ciñéndonos a los platós, en Alain Delon, Romy Schneider o Helmut Berger-, era intachable. Hay que rescatar la figura de Visconti, meter la mano en el baúl de los recuerdos y sacar a la luz la sólida coherencia de su obra.
1.- La ópera flotante. Según Visconti, la ópera era “la forma más completa de espectáculo, donde se mezclan palabras, canto, música y escenografía”. Aunque aún no había montado ninguna al realizar Senso, Visconti no negaba sus influencias: de hecho, confesó que la hizo impulsado por una representación de Il trovatore, y así es como empieza el film, en el teatro de la Fenice veneciano (dirigió su primera ópera, La vestalle, en 1954, con María Callas como cabeza de cartel). No es extraño que el adjetivo “viscontiniano” nos haga evocar los terciopelos rojos de Senso, el famoso baile de El Gatopardo, la decoración monárquica de Ludwig, la voluptuosidad de los salones de El inocente. La ópera es el melodrama sublimado, la unión de música y tragedia en una espiral de barroquismo estético que estiliza las emociones de los personajes. No sería difícil encontrar las conexiones entre el cine de Douglas Sirk y Visconti, porque ambos abordan los sentimientos exacerbados desde un materialismo paradójico, casi onírico en su delirio. A través de una puesta en escena del exceso, Visconti buscaba definir un concepto de la belleza que funcionara como sinónimo de la pasión.
2.- La estética del crepúsculo. “Quien ha contemplado la belleza con sus propios ojos está consagrado ya a la muerte”. Esa cita de Platón, recogida por Thomas Mann en Sobre el matrimonio, sirve para entender el ideal estético en el que Visconti creyó hasta su muerte. Más allá de la apariencia homosexual del deseo de Von Aschenbach en Muerte en Venecia, acentuada por el melancólico patetismo de la interpretación de Dirk Bogarde, lo que permanece en él, lo que le hace estar vivo, es su fascinación por una belleza perdida, encarnada en un efébico y perturbador adolescente cuya seductora indiferencia hiere el cruce de miradas que mantiene con un viejo compositor, que podría ser una reedición del príncipe Fabrizio de Salina de El Gatopardo. El encuentro con la belleza es el instante de revelación que nos prepara para desaparecer.
3.- ¿lucha de clases? El 12 de mayo de 1946 Luchino Visconti publicaba un artículo en L'unità, órgano oficial del Partido Comunista Italiano (PCI), titulado ¿Por qué votaré por el Partido Comunista?. “Siento vivo el fermento del comunismo a impulsar al artista hacia la realidad”, decía, “a reflejar la vida más auténticamente, a conocer y exaltar el sufrimiento del hombre”. Aunque después del estreno de El Gatopardo, su relación con el Partido (que, por ejemplo, había financiado parcialmente La terra trema) fue cada vez más fría, justamente cuando éste ganaba posiciones de poder en Italia, provocando su distanciamiento con Guido Aristarco, de la revista Cinema Nuovo, su mayor defensor entre la crítica de su país, Visconti supo localizar los males de la sociedad de su tiempo en una burguesía resistente al cambio. Conocedor de los sueños del proletariado (esa Anna Magnani obsesionada por convertir a su hija en una actriz precoz en Bellisima) y capaz de filmar la crónica de su desencanto (Rocco y sus hermanos), Visconti retrató a las clases altas, a las que pertenecía por linaje, con la implacable severidad de quién se siente identificado con su caduca indolencia.
4.- Las rupturas de la historia. Visconti siempre se mostró especialmente interesado por los momentos de cambio histórico, por esos acontecimientos-bisagra que aceleran la metamorfosis social. El Risorgimento, que acabaría con la unificación de Italia bajo el reinado de Víctor Manuel II, ocupa un lugar privilegiado en Senso y El Gatopardo. Se escuchan los ecos de la guerra de Argelia en El extranjero. Ludwig no pudo evitar la desaparición del estado de Baviera, absorbido por el poder de Bismarck. El advenimiento del nazismo, según él “la última fase del capitalismo”, desata La caída de los dioses. El mayo del 68 late bajo las vigas de Confidencias. El curso de la Historia remata lo que ya estaba muerto, y de sus cenizas aparece el amor y la rabia de la juventud, protegida, desde la inconsciencia, de la corrupción.
5.- La familia será disfuncional. O no será. El título inglés de Confidencias es Conversation Piece, esos cuadros británicos del siglo XVIII que representan a familias de la alta burguesía y que colecciona el profesor (Burt Lancaster). En cierto modo, la mayoría de sus películas rascaban la pintura de esas conversation pieces para enseñarnos lo que hay debajo. La fascinación que Visconti sentía por su madre y por la unidad familiar, siempre sometida a la presión de un exterior hostil y revolucionario, está presente en toda su obra, desde Rocco y sus hermanos, con esa mamma del sur de Italia, interpretada por una desmedida Katina Paxinou, hasta Confidencias, en la que la familia Brumonti empieza a reprocharse sus debilidades y egoismos en una cena organizada en su honor. ¿Qué es La caída de los dioses sino el retrato en negativo del desmembramiento de la podrida institución familiar, prológo inevitable a la llegada de un nazismo travestido en locura? Locura de la que no se libra la pareja protagonista de Sandra, ensombrecida por el fantasma del incesto.
6.- La exquisita decadencia. En Muerte en Venecia, el pálido rostro maquillado de Von Aschenbach, barrido por la tristeza insistente de la Quinta Sinfonía de Mahler, es el símbolo inequívoco de una época que se derrite sobre sí misma, como el rímmel corrido de un hombre que ha sido incapaz de recuperar la belleza de sus días felices. La novela de Thomas Mann, ambientada en la ciudad más decadente de Europa, parecía perfecto terreno abonado para que Visconti, cada vez más preocupado por el paso del tiempo, nos hiciera partícipes de su sentimiento de desubicación. Como el Burt Lancaster de Confidencias, al que Visconti definía como si estuviera hablando de sí mismo (“es un intelectual de mi generación que, no consiguiendo vivir de acuerdo con su tiempo, choca violentamente con la generación actual”), el cineasta italiano tuvo que convivir con las aceleradas reformas de un entorno que le dejaba atrás, anclado en un pasado al que criticaba desde una cierta sensación de pertenencia. “A menudo me han tratado de decadente”, declaraba en una entrevista a L'Avant-Scène-Cinéma en 1975. “Lo que siempre me ha interesado es el análisis de una sociedad enferma”. ¿Qué pensaría Visconti de este siglo XXI? ¿Puede acaso su obra entenderse como un diagnóstico preventivo de lo que estamos viviendo?
1.- La ópera flotante. Según Visconti, la ópera era “la forma más completa de espectáculo, donde se mezclan palabras, canto, música y escenografía”. Aunque aún no había montado ninguna al realizar Senso, Visconti no negaba sus influencias: de hecho, confesó que la hizo impulsado por una representación de Il trovatore, y así es como empieza el film, en el teatro de la Fenice veneciano (dirigió su primera ópera, La vestalle, en 1954, con María Callas como cabeza de cartel). No es extraño que el adjetivo “viscontiniano” nos haga evocar los terciopelos rojos de Senso, el famoso baile de El Gatopardo, la decoración monárquica de Ludwig, la voluptuosidad de los salones de El inocente. La ópera es el melodrama sublimado, la unión de música y tragedia en una espiral de barroquismo estético que estiliza las emociones de los personajes. No sería difícil encontrar las conexiones entre el cine de Douglas Sirk y Visconti, porque ambos abordan los sentimientos exacerbados desde un materialismo paradójico, casi onírico en su delirio. A través de una puesta en escena del exceso, Visconti buscaba definir un concepto de la belleza que funcionara como sinónimo de la pasión.
2.- La estética del crepúsculo. “Quien ha contemplado la belleza con sus propios ojos está consagrado ya a la muerte”. Esa cita de Platón, recogida por Thomas Mann en Sobre el matrimonio, sirve para entender el ideal estético en el que Visconti creyó hasta su muerte. Más allá de la apariencia homosexual del deseo de Von Aschenbach en Muerte en Venecia, acentuada por el melancólico patetismo de la interpretación de Dirk Bogarde, lo que permanece en él, lo que le hace estar vivo, es su fascinación por una belleza perdida, encarnada en un efébico y perturbador adolescente cuya seductora indiferencia hiere el cruce de miradas que mantiene con un viejo compositor, que podría ser una reedición del príncipe Fabrizio de Salina de El Gatopardo. El encuentro con la belleza es el instante de revelación que nos prepara para desaparecer.
3.- ¿lucha de clases? El 12 de mayo de 1946 Luchino Visconti publicaba un artículo en L'unità, órgano oficial del Partido Comunista Italiano (PCI), titulado ¿Por qué votaré por el Partido Comunista?. “Siento vivo el fermento del comunismo a impulsar al artista hacia la realidad”, decía, “a reflejar la vida más auténticamente, a conocer y exaltar el sufrimiento del hombre”. Aunque después del estreno de El Gatopardo, su relación con el Partido (que, por ejemplo, había financiado parcialmente La terra trema) fue cada vez más fría, justamente cuando éste ganaba posiciones de poder en Italia, provocando su distanciamiento con Guido Aristarco, de la revista Cinema Nuovo, su mayor defensor entre la crítica de su país, Visconti supo localizar los males de la sociedad de su tiempo en una burguesía resistente al cambio. Conocedor de los sueños del proletariado (esa Anna Magnani obsesionada por convertir a su hija en una actriz precoz en Bellisima) y capaz de filmar la crónica de su desencanto (Rocco y sus hermanos), Visconti retrató a las clases altas, a las que pertenecía por linaje, con la implacable severidad de quién se siente identificado con su caduca indolencia.
4.- Las rupturas de la historia. Visconti siempre se mostró especialmente interesado por los momentos de cambio histórico, por esos acontecimientos-bisagra que aceleran la metamorfosis social. El Risorgimento, que acabaría con la unificación de Italia bajo el reinado de Víctor Manuel II, ocupa un lugar privilegiado en Senso y El Gatopardo. Se escuchan los ecos de la guerra de Argelia en El extranjero. Ludwig no pudo evitar la desaparición del estado de Baviera, absorbido por el poder de Bismarck. El advenimiento del nazismo, según él “la última fase del capitalismo”, desata La caída de los dioses. El mayo del 68 late bajo las vigas de Confidencias. El curso de la Historia remata lo que ya estaba muerto, y de sus cenizas aparece el amor y la rabia de la juventud, protegida, desde la inconsciencia, de la corrupción.
5.- La familia será disfuncional. O no será. El título inglés de Confidencias es Conversation Piece, esos cuadros británicos del siglo XVIII que representan a familias de la alta burguesía y que colecciona el profesor (Burt Lancaster). En cierto modo, la mayoría de sus películas rascaban la pintura de esas conversation pieces para enseñarnos lo que hay debajo. La fascinación que Visconti sentía por su madre y por la unidad familiar, siempre sometida a la presión de un exterior hostil y revolucionario, está presente en toda su obra, desde Rocco y sus hermanos, con esa mamma del sur de Italia, interpretada por una desmedida Katina Paxinou, hasta Confidencias, en la que la familia Brumonti empieza a reprocharse sus debilidades y egoismos en una cena organizada en su honor. ¿Qué es La caída de los dioses sino el retrato en negativo del desmembramiento de la podrida institución familiar, prológo inevitable a la llegada de un nazismo travestido en locura? Locura de la que no se libra la pareja protagonista de Sandra, ensombrecida por el fantasma del incesto.
6.- La exquisita decadencia. En Muerte en Venecia, el pálido rostro maquillado de Von Aschenbach, barrido por la tristeza insistente de la Quinta Sinfonía de Mahler, es el símbolo inequívoco de una época que se derrite sobre sí misma, como el rímmel corrido de un hombre que ha sido incapaz de recuperar la belleza de sus días felices. La novela de Thomas Mann, ambientada en la ciudad más decadente de Europa, parecía perfecto terreno abonado para que Visconti, cada vez más preocupado por el paso del tiempo, nos hiciera partícipes de su sentimiento de desubicación. Como el Burt Lancaster de Confidencias, al que Visconti definía como si estuviera hablando de sí mismo (“es un intelectual de mi generación que, no consiguiendo vivir de acuerdo con su tiempo, choca violentamente con la generación actual”), el cineasta italiano tuvo que convivir con las aceleradas reformas de un entorno que le dejaba atrás, anclado en un pasado al que criticaba desde una cierta sensación de pertenencia. “A menudo me han tratado de decadente”, declaraba en una entrevista a L'Avant-Scène-Cinéma en 1975. “Lo que siempre me ha interesado es el análisis de una sociedad enferma”. ¿Qué pensaría Visconti de este siglo XXI? ¿Puede acaso su obra entenderse como un diagnóstico preventivo de lo que estamos viviendo?
Finalizar diciendo, qué penso dirigir, En busca del Tiempo perdido, de Marcel Proust y con ello volver a traer a la pantalla ni más ni menos, qué Greta Garbo, en el pápel de la Duquesa de Guermantes de hecho estuvo buscando exteriores, pero para nuestra desgracia la muerte le sobrevino mientras escuchaba una de sus adoradas óperas un 17 de Marzo de 1976.
29 comentarios:
Lo que hubiera sido eso, que dirigiera una adaptación de Proust con Greta Garbo; deliciosa, seguramente, a no ser que cayera en esa especie de inmovilismos, aunque se empiecen a percibir cambios que remueven, y recrearse en otra época que crea tanta nostalgia… y aburrimiento de El gatopardo (eso es lo que me quedó de ella; la vi hace mucho y tal vez meta algo la pata)
Un aristócrata comunista en esos tiempos era tanto como decir un noble inglés que acepta y colabora con la monarquía parlamentaria, o sea: con la primera democracia europea. Todo un contraste. De Douglas Sirk tiene un algo, aunque los estilos son distintos. Lo de Sirk eran verdaderos melodramas hollywodienses; pero puede ser que tenga similitudes. Tendría que pararme más y ver más pelis de Sirk y de Visconti; por cierto, la próxima que cae es Rocco; tienen muy buena pinta. Debe ser un melodramón y supongo que por ahí se darán las similitudes con Sirk.
Tu entrada es una delicia. Un saludo, Susan. Te sigo leyendo...
Luchino es mucho mas que el reorrealismo, mas, mucho mas que un director. Visconti solo creó, embelleció y cultivó el cine, para gloria de los que vivimos sumergidos en sus aguas.
Gracias a él la belleza de la amistad tiene para mi unos comienzos que ya forman parte de mi vida personal....
!!GRACIAS MAESTRO!!
JAVI
Supongo qué es una opinión subjetiva, pero fué
una desgracia, para los devotos del maestro no poder ver realizada su EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, con una Garbo ya mádura...no creo qué para nada hubiese sido aburrida, El GATOPARDO
es una obra maestra, la encuentras aburrida ???
Te aconsejo, qué vuelvas a verla, metete en la piel del personaje, qué interpreta Lancaster, en esa Sicilia, donde el tiempo sé detiene, ese
paisaje mágico, miratela y me cuentas...
El paralelismo con Sirk, es porque ambos trataron el melodráma, llevado al paróxismo, las
emóciones al límite; incluso las puestas en escena, la fotografía, los ambientes, los decorados, pero claro está cada uno en su contexto, Visconti es europeo y sus films, muchos de ellos de novelas; Sirk es américano
pero sobre todo hollywodiense; hay estriba la diferencia, pero tienen sus nexos en común.
Rocco y sus hermanos, es una obra maestra, una historia de una familia, qué emigra; la familia que tanto obsesiona a Visconti, y sólo por la
fotografia y ese blanco y negro, ya merece la pena. Revisalas no te arrepentiras.
Un saludo
JUAN
Querido Juan, tu y yo sabemos lo que representa
Visconti, para nosotros, la belleza de sus obras
traspasan la barrera del tiempo; "el maestro"
hizó mucho por el cine...no sabe él hasta qué punto.
Visconti es uno de mis directores europeos favoritos. El cine de Visconti, al igual que el de todos los genios, adquiere una identidad propia por encima de etiquetas y modas.
Él era un hombre culto, inteligente y complejo, todas estas características quedan reflejadas en su cine. Aristócrata, comunista, intelectual, homosexual y con un gusto exquisito; Visconti fue un hombre de personalidad rica y de múltiples facetas, conociendolas es más sencillo comprender los porqués de su cine.
Mi película favorita de Visconti es "El gatopardo" una película que me quita el aliento, pero también catalogaría como obras maestras otras: "Muerte en Venecia", Rocco y sus hermanos", "La caida de los dioses" y "Confidencias".
Y aún me faltan otras grandes películas suyas por disfrutar como "Obsesión", "Senso", "El extranjero","La tierra tiembla", "bellísima" o "Luwdig"... casi nada.
Un genio, un forjador de talentos (Alain Delon, Helmut Berger, Claudia Cardinale, Romy Scheneider) y el mejor aliado de Burt Lancaster en sus "aventuras" en el cine europeo.
Un saludo y felicidades por la entrada.
Por cierto, el cine de Visconti supera al de Sirk con creces (y eso que Sirk tiene cosas buenas buenas).
No estoy muy al día sobre las películas de Visconti. Creo que sólo he visto El gatopardo y Muerte en Venecia pero hace tanto que debería volver a revisarlas y actualizarme.
Saludos!
Una entrada perfecta. Me encanta como la has abordado porque resume muy bien a Visconti. Coincido contigo en que en cierto modo está un poco olvidado. Pero también entiendo que aborda unos temas muy porfundos.
A colación con lo dicho en mi blog, también creo que la novela de Thomas Mann, es mejor que la película de Visconti, aún así, Visconti la narra de una manera tan excepcional que resume muchas de las sensaciones de la novela.
Por si no la has visto y te interesa mi visión sobre muerte en venecia, te pongo la dirección con la entrada que hice hace poco.
http://cinemafilmesclub.blogspot.com/2011/01/muerte-en-venecia.html
Me quedo por aquí. Un saludo. Encantado de conocerte.
Saludos. Excelente comentario. Visconti es lo más cercano al hombre renancentista que busca componer con su obra una sinfonía total. Su perfeccionismo, sus cualidades pluscuamperfectas y su exquisito paladar son verdaderamente portentosos. En la actualidad, donde andamos sobrados de culturetas de tres al cuarto, la visión de la decadencia del mundo en versión Visconti queda como un auténtico regalo para el intelecto y los sentidos. Enhorabuena por traer su recuerdo. Un saludo de nuevo.
Maravilloso el post y que sepas que me encanta tu blog pero me estreno ahora como comentarista ;)
Pues te voy a resumir lo de Visconti en una sola frase: aunque hubiera dirigido unicamente Muerte en Venecia y El Gatopardo se hubiera merecido el cielo directamente. Es el director más sensible a la belleza que he visto. El Gatopardo es una oda a la belleza, a la estética. Hay planos que perfectamente podrían haber sido cuadros. No se le escapaba ningún detalle, es fascinante.
El aristocrata comunista....
Que hombre,hace tiempo que tengo ganas de leer una biografia sobre el.
DAVID
Visconti, para mi es lo máximo en belleza, inteligencia y buen gusto unidos. El Gatopardo
Muerte en Venecia y Confidencias, son mis films
preferidos; los catalogo más allá de ser una obras maestras, cómo algo qué roza y alcanza la
perfeción; el resto de sus películas son mágnificas, más allá de modas; no dejes de mirarlas, es un autentico placer visual.Gracias
por tu comentario, para mi es muy valido.
Ah, Visconti por supuesto qué es muy superior a Sirk, la comparación, era una forma de analísis
del melodrama norteamericano y el europeo.
Petons.
MANDERLEY
Cómo cinéfila, te aconsejo, ya mismo !!! qué revivas la obra del maestro Visconti, no te arrepentirás.
Saludos.
EMILIO
Definir y hablar de Visconti, no es fácil, lo he hecho, lo mejor, qué he podido, pero me he quedado con ganas, de escribir mucho más...
Lei la nóvela de Mann, y por una vez, creo que el genio de Visconti,superó el texto de Mann, qué aunque es perfécto, Visconti en su MUERTE
EN VENECIA, lo hizó sublime, es mi opinión...
No dejaré de leer tu post, todo lo relacionado
con el maestro, me interesa.
Gracias por comentar y un saludo.
LEE
nunca es tarde Lee, me alegra encontrarte por aquí.
No puedo estar más de acuerdo contigo, simplemente con estas dos películas, sé merece
el cielo, son de una belleza, inigulable. no hay
nada qué sé le parezca en el cine. Imaginate Lee
lo qué hubierá sido, poder llegar a ver EN BUSCA
DEL TIEMPO PÉRDIDO, dirigida por él...no puedo
ni imaginarmelo.
Ya te recomendaré alguna buena biografía.
Bueno Lee, sólo decirte, qué tu blog, también me
gusta, por lo irónico y ácido.
Un saludo
Visconti es un grande, su cine despliega belleza escénica y suele manejar tramas complejas, su cultura impregna su obra artística, ha hecho muchas adaptaciones de la literatura con hábil manufactura, es poco lo que se puede decir de éste director porque más que halagarlo es darle el lugar predominante que ejerció junto con Fellini o Antonioni. Un buen artículo ¡te felicito! Un abrazo.
Mario.
MARIO
Bueno nada más qué añadir sobre Visconti, creo
qué su obra, era la belleza en si misma...
Fellini y Antonioni, son dos grandes directores
mayúsculos diría yo, aunque cada uno diferente
del otro, pero si me permites el genio de Visconti, es muy superior al de ellos.
Celebro qué te gustase y gracias por comentar
siempre serás bienvenido.
Un abrazo.
Encantada Mario, ya te he agregado...
Un abrazo.
Segunda visita que te hago y me encuentro con Visconti, uno de mis directores preferidos de siempre, un verdadero artista en todos los sentidos.
He visto muchas películas de él aunque me quedan otras pocas por ver, pero nunca me decepciona. "Rocco y sus hermanos" está entre mis preferidas junto a su "Muerte en Venecia", que a mí también me gustó más que el libro.
Muy buen análisis le haces aquí, Susan. Y tremendamente merecido. Nos seguimos leyendo. Besos.
Sabe, Señorita Clementine, nunca fue fan de Visconti, me ha causado una pereza eterna, sobre todo con una de sus obras más reconocidas, El Gatopardo. Pero después de leer su artículo prometo revisarlo o al menos con distintos ojos. Un saludo.
Emilio Luna.
Perdón quise decir Srta Lennox que se me fue la cabeza con el comentario anterior.
Como le decía hace poco a la miaga Clementine, otro día me puse a ver Muerte en Venecia, pero era ya tardísimo, sábado noche... y me quedé dormido y eso que le tengo unas ganas terribles a esa película. Lo prometido es deuda y aquí estoy, devolviendo la visita,
un saludo
CLEMENTINE
Me alegro qué te guste Visconti y totalmente
de acuerdo MUERTE EN VENECIA, es mejor la peli
que la novéla de Thomas Mann, te animo a que revises toda la filmografia de Visconti. Besos.
EMILIO lUNA
Bueno no todo el mundo puede ser fan de Visconti
yo no lo puedo entender, porque es uno de mis directores favoritos. Emilio animate y trata
de volver a verlas, metete en los personajes.
Ya veras que al final te gusta.Un saludo
JLIN
Imperdonable, qué te durmierás viendo MUERTE EN
VENECIA...gracias por devolverme la visita, sirvete una copa de cava, qué no quiero que estes desatendido. Por cierto no me llamo Lenox
por Annie, sino por Greta Garbo.
Un saludo
Susan, la millor peli, a tu què te
sembla.
Susan, la meva peli, a tú que te sembla.
Adoro a Visconti!!!
Creo que fue en un Dirigido Por... lo trataban más de esteta que de director de cine; quizás estén en lo cierto. Yo sólo le pongo dos peros: en ocasiones, el uso de la música clásica no está bien calzada con la imagen. La segunda es el uso excesivos de zooms, pues recuerdo la última vez que vi Muerte En Venecia, que me molestaba mucho.
En mi blog actualicé con Senso y Muerte En Venecia, y la mayoría de bloggers me comentaban lo decepcionados que estaban con El Gatopardo.
Por último, el regreso de La Garbo hubiera sido increíble. ¿Recuerdas en la época de Falcon Crest, que era como una especie de cementerio de elefantes de grandes estrellas, que se dijo que aparecería la Garbo?
Kisses!!!
PERO CORAZÓN, TENGO PROBLEMAS DE ATENZIÓN PARA LEERME LOS ARTÍCULOS DEL TELVA KUANDO SON DEMASIADO LARGOS, ESTE ME HA SUPERAO Y MI MENTE HA EMPEZAO A DIVAGAR KON KE SI LOS ITALIANOS ESTO Y LO OTRO Y ME REKORDÉ DE UN ITALIANO KE CONOCÍ EN UN KIOSKO KOMPRANDO KIZÁS PRECISAMENTE EL TELVA KE ME DIJO EL MUY PÁJARO "TU ESPAÑOLA" KOMO KE NO LO SUPIERA KE YO CARA DE VIKINGA NO TENGO TE LO JURO Y YO "pOS SI" Y EL "ANDIAMO A TOMARE CUALE COSA" KE ME ESTOY INVENTANDO UN POLO EL ITALIANOS PORQUE YO DE IDIOMAS NASTI DE PLASTIS AJAJJA Y TOTAL KE SE PENSABA KE LAS ESPAÑIOLAS ANCHAS Y PLANAS KOM KASTILLA Y KE KON ELLAS TO PALANTE, ¿TE LO PUEDES KREER? Y BUENO DEBO DEZIR KE ERA BASTANTE MONO Y KAI KOMO UNA MOCHUELA, AJJAJAJA PERO KUAL FUE MI SORPRESA KUANDO SE QUITA LOS CALCHONCHELOS Y...¡HORROR!, TENÍA ¡UN PIRSING EN LA PICHULINA!...¡PERO LOS ITALIANS NO ERAN HOMBRES TRADIZIONALES Y TAL????? ME QUEDÉ HELADA, ZIELO, KE QUE TE VOY A DEZIR, PERO BUENO ESTO KON EL POBRE VISCONTI NO TIENE NA KE VER KE ERA BUENA PERSONA Y UN ARTISTAZO SEGURO, AJAJA PERDONAME VALE CARI? UN BESOOOOOOOO
FASSION vIFTIM
Nada Cari, que tú no te preocupes
es que bueno,ya sabes qué yo voy
un poco de intelectual, pero si corazon los italianos son, de tomaaaa paaaa lannntee, yo si quieres, que te diga la verdad, cómo que no me van mucho, estoy en la línea Oxford, es decir tipo anglosajones, vamos qué pa que te voy A CONTAR tipo el Jeremy Yrons
y el David Bowie, aunque ya sé que están un poco requesón.... pero mira, cosas de una hija, qué el morbo, no sé puede explicar. Vamos
que soy rara, cómo el perro verde.
y VISCONTI, PUES NENA UN ARTISTAZO
UN POCO MARIQUILLA, Y COMUNISTA ÉL
PERO UN GENIO...
mUCHOS BESACOS DESDE CATALUÑA, QUE TE PASES CUANDO GUSTES !!!!!!!!!!!!!!
cinexim
Ahora si te contesto, centrado que ayer, me fui a comer a la playa y luego de compras.... bueno ya sabes
gambitas, vinito y modelitos.!!!
Yo adoro a Visconti, al igual que tu, lo de la mísica clásisa, ten en cuenta, que a él adoraba la opera, entonces es normal, que al los no nos va, termine por aburrirnos, ejm: SENSO, ES UN FILM
que lo he visto porque es de Visconti, pero sólo una vez, también me aburrió. Lo del Zoom, ya
es otro tema, sé empleaba mucho a finales de loa 70 y bueno eran los dictados de la moda, en la manera de diriguir; creo qué si todo esto
lo has leído en DIRIGIDO, yo tamnién la pillo de la Biblioteca
todos los meses, es una buena revista de cine.
Visconti era una estéta, qué sé hizó director de cine, cómo podría
haber pintado o escrito nóvelas, él
prefirió el septimo Arte.
UN beso, pronto nos visitara Bowie
pero algo muy especial.
Enhorabuena por una entrada redonda. Comparto tu admiración por Visconti y no se me ocurre una mejor definición de lo que significa su figura en el cine.
Un abrazo
Ummmmmmmmmm a mi Senso me gustó bastante: lástima que lo interpretase Granger, que en paz descanse, en vez de Brando y que el papel de Alida Valli, no lo hubiera podido hacer Ingrid Bergman.
Kisses!!!
Aplausos para esta entrada! Me encanta!!!
Veamos...
Me encanta Rocco y sus hermanos, Confidencias, Ludwig, Senso (anque lamento la elección del actor principal) Ossessione... y una peli de la que nadie habla cuando habla de Visconti, y que a mi me vuelve loco, BELLISSIMA. Con Anna Magnani, que es una de mi favoritas de todos los tiempos. También me encanta "Siamo donne" donde hizo un corto divertidísimo con Anna Magnani, aunque creo que ahí el talento es de la Magnani, actriz bestial, más que de él.
(Ya sé que me salgo un poco del tema, pero yo creo que el mundo del cine tiene una cuenta pendiente con Anna Magnani, porque es la actriz más injustamente olvidada, y digo injustamente porque además de ser una actriz inmensa fue el primer prototipo de mujer sacrificada del neorrealismo, y aún así la ignoran atropelladamente en todos los documentales y especiales)
Películas como El gatopardo, La caída de los dioses o Muerte en Venezia las ví hace mucho tiempo y ya toca volver a revisarlas. Estoy seguro de que cambiaré mi opinión sobre ellas. Algo sí que no puede cambiar: Con las películas de Visconti, aunque las haya visto hace mucho tiempo y ya no recuerde demasiado, sí que me queda el sabor de que fue cine de calidad.
Saludos!!!
Aplausos para esta entrada! Me encanta!!!
Veamos...
Me encanta Rocco y sus hermanos, Confidencias, Ludwig, Senso (anque lamento la elección del actor principal) Ossessione... y una peli de la que nadie habla cuando habla de Visconti, y que a mi me vuelve loco, BELLISSIMA. Con Anna Magnani, que es una de mi favoritas de todos los tiempos. También me encanta "Siamo donne" donde hizo un corto divertidísimo con Anna Magnani, aunque creo que ahí el talento es de la Magnani, actriz bestial, más que de él.
(Ya sé que me salgo un poco del tema, pero yo creo que el mundo del cine tiene una cuenta pendiente con Anna Magnani, porque es la actriz más injustamente olvidada, y digo injustamente porque además de ser una actriz inmensa fue el primer prototipo de mujer sacrificada del neorrealismo, y aún así la ignoran atropelladamente en todos los documentales y especiales)
Películas como El gatopardo, La caída de los dioses o Muerte en Venezia las ví hace mucho tiempo y ya toca volver a revisarlas. Estoy seguro de que cambiaré mi opinión sobre ellas. Algo sí que no puede cambiar: Con las películas de Visconti, aunque las haya visto hace mucho tiempo y ya no recuerde demasiado, sí que me queda el sabor de que fue cine de calidad.
Saludos!!!
SERCH
Vuelves a tener razón en lo referente a Anna Magnani, en BELLISIMA, está que sé sale, yo también la adoro y mira Serch después de la entrada que ya tengo en el borrador, que también te encantará, eso espero, la siguiente
me voy a documentar y voy hacerle
un homenaje comno se merece a Magnani.
Saludos !!!!
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