El angel desolado, así es cómo la llamaba Thomas Mann, a ésta escritora, filósofa, historiadora
Annemarie Schwarcenbach, tenía esa peculiar belleza, andrógina y especial, qué tanto puede gustar a hombres y mujeres. Nacida en Suiza, en una familia de banqueros.Las nubes sobre Berlín se habían teñido de rojo. Annemarie Schwarzenbach manejaba su Mercedes buscando a Mops, la joven mujer que le suministraba morfina. Tenía fiebre y frío. Bajaba la ventana y preguntaba si habían visto a Mops; dejaba el auto en marcha y entraba a los bares pidiendo por Mops. Pocos la escuchaban; en las calles algo grande se gestaba de manera contundente. Pero para ella la morfina, su íntimo y solitario paseo por la redención, no podía esperar.
A Annemarie Schwarzenbach suele encontrársela buscando otra cosa: las obras de Klaus Mann, la vida de Carson McCullers. Schwarzenbach no era una gran promotora de sí misma; su belleza andrógina y su mirada punzante y triste hacían buena parte del trabajo. Donde entraba despertaba fascinación. Había nacido en 1908 y su familia era una de las más ricas de Suiza. Su madre, Renée, solía recibir en su amplio living a figuras como la Infanta de España y Toscanini. Su padre, Alfred, heredero de la Ro. Schwarzenbach & Co., fabricaba y exportaba seda y en las navidades le regalaba a los obreros un gran retrato de sí mismo, para que no llegasen a olvidar nunca, en la intimidad de sus hogares, a quién tenían que agradecer por el pan cotidiano. Desde chica, Annemarie rechazó un espléndido futuro de lujos y neutralidad. Así, por naturaleza. Cuando alcanzó la pubertad, la familia pidió una consulta con un médico de Zurich a causa de su "rara" conducta. Pero tras algunas entrevistas, Carl Gustav Jung desistió de cualquier tratamiento sin dar mayores explicaciones. Tiempo después, una seguidilla de psiquiatras firmaría papeles de internación con un veredicto terminante: esquizofrenia. "La princesa Miro", como la llamaban, los siguió a Holanda, Inglaterra, Rusia, Francia, España y finalmente a Nueva York. Pero intercaló esos encuentros con períodos de desintoxicación, un intento de suicidio, y prolongadas estadías en Oriente Medio, especialmente en Persia. Allí afianzó su carrera periodística, trabajó como arqueóloga, y se casó y convivió fugazmente con un diplomático francés, que a pesar de su velada homosexualidad, se había enamorado de ella. La novela Muerte en Persia, terminada en 1936, es el testimonio de lo que Annemarie buscaba en esa vasta tierra ajena. En ella expone abiertamente sus miedos y sentimientos de culpa, su homosexualidad, la posibilidad de que sus viajes, tan lejanos, tan oscuros, fuesen nada más una forma de alejarse de quienes la criticaban por no pasar a la acción, como Erika, o por hacerlo, como su madre, hasta hoy, es la única obra de Schwarzenbach traducida al castellano, por la editorial barcelonesa Minúscula. En Buenos Aires el libro está prácticamente agotado, y sólo una nueva demanda justificaría el envío de la segunda edición. Este mismo año Minúscula publicará también Todos los caminos están abiertos. El viaje a Afganistán 1939-1940, que reúne textos del viaje que hizo con la periodista Ella Maillart, y a principios de 2009 lanzará el volumen de relatos Con esta lluvia.
Partidas y regresos
"Supe que su rostro me perseguiría hasta el final de mi vida", escribió Carson McCullers, tras conocer a Annemarie en Nueva York en 1940. La joven autora de El corazón es un cazador solitario, se convenció de que la efébica suiza era su alma gemela y su destino. Por tercera vez Annemarie recalaba en Estados Unidos y su vida estaba desarmada. Se había distanciado de los Mann a pesar suyo: Klaus vivía sus propias depresiones y Erika, harta hacía tiempo de las borracheras y debilidades de su amiga, viajaba por Estados Unidos dando conferencias sobre el desastre europeo. Annemarie había ganado fama como fotorreportera para medios suizos en los tres últimos años: su pasaporte diplomático le abrió las fronteras y le permitió ver las miserias de la Europa ocupada, y su vocación de viajera le mostró la cara non grata de la tierra de las libertades: narró el cierre de fábricas, la lucha sindical, el racismo. Enfureció a sus padres cuando uno de sus artículos describió las protestas obreras frente a la fábrica de Pennsylvania que pertenecía a los Schwarzenbach. Pero 1940 fue su año más terrible y excesivo: bebía, se drogaba, escribía poco, le daba ambiguas señales a Carson y mantenía un amor atormentado con la rica exiliada alemana Margot Von Opel, a quien, en un brote psicótico, intentó estrangular. Su padre murió y Annemarie, agobiada por la culpa y la desesperación, intentó suicidarse. La internaron, se escapó, la encerraron de nuevo, hasta que su hermano Freddy logró sacarla del sórdido hospital Bellevue y embarcarla hacia Europa, desterrada de Estados Unidos para siempre.
En Suiza, su madre no quiso recibirla y Annemarie se fue tan lejos como pudo, al Congo Belga. En Leopoldville le retuvieron el pasaporte y la comunidad colonial la tomó por una espía nazi. Deprimida y sola, se adentró en la selva virgen y vivió dos meses en los que, por primera vez, no sacó ni una foto. De vuelta a la ciudad se encerró en su prosaica cabaña y escribió de un tirón 400 páginas, una novela que después devendría en poema y que no terminaría. Al poco tiempo le dieron permiso para irse.
Se instaló en la casa de Engadina, Suiza, que su padre había alquilado durante años para ella, y que gracias a una herencia, al fin podía comprar. Corría 1942. Carson le había dedicado su segunda novela, Reflejos en un ojo dorado, Klaus se alistaba en el ejército aliado y Erika se había convertido en una afamada corresponsal de guerra. Annemarie, limpia ya de las drogas, retomaba la correspondencia con su marido y sus amigos, se preparaba para pasarse una temporada como reportera en Portugal y parecía haber alcanzado la paz cuya ausencia tanto había padecido. Una cadena de azares la llevó una mañana de septiembre a pedir prestada una bicicleta, ella, que siempre había elegido el auto como motor de su libertad. En ese paisaje sin bombas ni desiertos ni fábricas cerradas, una piedra se interpuso en su camino; su frágil cuerpo cayó y su cabeza sufrió un fuerte golpe. Recobró el sentido días después. Su madre vio despertar a una hija que no la reconocía, que había perdido la capacidad para hablar, mirar y caminar, que quedó postrada hasta su muerte, el 15 de noviembre. Renée quemó todas sus cartas y diarios pero no se atrevió a tocar sus manuscritos, que terminaron en oscuros archiveros suizos hasta 1987, cuando el interés de Roger Perret, un estudioso de Ginebra, los sacó del olvido. Y así Annemarie Schwarzenbach, cuya conciencia se diluyó antes que su voluntad de vivir, volvió con las palabras de un viaje emprendido demasiado pronto.
14 comentarios:
Una historia intensa y trágica con un final sorprendente. Me ha parecido muy interesante, parece una novela.
Uffffffffff alucinante. No conocía nada de El Angel Dsolado. Me ha gustado mucho la entrada. También la de Proust, que es una de mis asignaturas pendientes y la de Hedy, claro.
He estado esta semana un poco liado -cómo no- y ésta próxima estaré de vacaciones.
Besos!!!
Uffffffffff alucinante. No conocía nada de El Angel Dsolado. Me ha gustado mucho la entrada. También la de Proust, que es una de mis asignaturas pendientes y la de Hedy, claro.
He estado esta semana un poco liado -cómo no- y ésta próxima estaré de vacaciones.
Besos!!!
Stardust
Es una historia de niña rica, pero con fondo drámatico y sí parece de novela, yo conocí Annemarie a través de los textos de McCullers.
Un saludo y gracias por animar el blog.
AH, Stardust, sí veo una chica igual que Hedy
te lo diré.
CINEXIM
Bueno, mi blog estará lleno, de esto tipo de
anecdotas extra-literarias, la literatura, junto
con el cine, es mi pasión, por cierto ¿ te has fijado, que corte de pelo máS moderno, llevaba
Annemarie ?
Besos.
Stardust
Es una historia de niña rica, pero con fondo drámatico y sí parece de novela, yo conocí Annemarie a través de los textos de McCullers.
Un saludo y gracias por animar el blog.
AH, Stardust, sí veo una chica igual que Hedy
te lo diré.
CINEXIM
Bueno, mi blog estará lleno, de esto tipo de
anecdotas extra-literarias, la literatura, junto
con el cine, es mi pasión, por cierto ¿ te has fijado, que corte de pelo máS moderno, llevaba
Annemarie ?
Besos.
Los cerebros más geniales también son los más desquiciados. Una chica muy interesante y una vida demasiado corta. La primera foto ya habla suficiente por si sola. Una mirada muy triste.
Muy interesante, no la conocía. Gracias por traernos historias como ésta.
Los cerebros más geniales también son los más desquiciados. Una chica muy interesante y una vida demasiado corta. La primera foto ya habla suficiente por si sola. Una mirada muy triste.
Muy interesante, no la conocía. Gracias por traernos historias como ésta.
Totalmente de acuerdo contigo, Annemarie fue
una mujer muy especial, las drogas acabarón definitivamente de hacer su trabajo, siempre
procurare, aportar historias jugosas.
Por cierto, te has fijado, qué peinado tan moderno !!! me encanta su estilo !!!
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo contigo, Annemarie fue
una mujer muy especial, las drogas acabarón definitivamente de hacer su trabajo, siempre
procurare, aportar historias jugosas.
Por cierto, te has fijado, qué peinado tan moderno !!! me encanta su estilo !!!
Un abrazo.
Una de esas personas de las que decimos que se adelantaron a su tiempo. Sin duda un personaje muy atractivo y con una vida que es toda una novela.
TRECCE
Sin duda fue especial y eso que no he querido extenderme.
TRECCE
Sin duda fue especial y eso que no he querido extenderme.
Cuatro años después de ser publicado este post, me lo descubres. Confieso mi desconocimiento de la figura de Annemarie Schwarcenbach (ahora ya no, claro). Esa breve semblanza que de ella haces en el texto nos da la imagen de una mujer ajena a su condición de tal, más inquieta que inteligente (esta afirmación mía puede resultar una "boutade" teniendo en cuenta que no he leído nada de ella e ignoro detalles de su vida y personalidad), tal vez víctima de su enfermedad mental, si así lo queremos expresar. Y puede también que esa anomalía psíquica actuara como motor de muchas de sus erráticas andanzas y decisiones. Ahora me pregunto si para ser un personaje notable, hacer o escribir grandes cosas, ser considerado excepcional y pasar a la Historia, es imprescindible padecer alteraciones, disfunciones (las que sean), drogarse, beber, sufrir, desafiar, escandalizar, ir a contracorriente o adoptar un "look"poco convencional. Existen tantos ejemplos de ello en el terreno del arte, la literatura, la música, etc. que casi lo afirmo.
Gracias por esta valiosa información, Susan. Un beso.
TEO CALDERON
Teo, tú hace casi cuatro años no habías descubierto mi blog, está entrada fue de las primeras reseñas, yo tampoco conocía a esta escritora-fotógrafa-arqueóloga, pero me tropecé con un libro en la biblioteca " VER A UNA MUJER ", lo hojee y me llamo la atención, pues Anne, había tenido relaciones lesbicas con Carson MacCullers, a la que ya sabes que adoro ( su literatura ) y con Anäis Nin ( una de las amantes de Henry Miller ) y me dije, bueno allá vamos... más que una gran escritora, que no lo es, pues sus libros, hablan de su propia catarsis, su enfermedad y sus viajes, fue una gran viajera, era una niña-bien, Suiza y bueno dedicó su vida hacer lo que quería....no por eso deja de tener su merito. También me llamo la atención su imagen tan sumamente androgina, como ves parece un " chico ", me recuerda un poco ( salvando las distancias ) algunas fotos de Kate Hepburn, de jovencita, pues también llevaba ese peinado y su extrema delgadez y como al principio no pensaba que camino iba a tomar " Plegarias Desatendidas " pues le dedique dicho post.
Pues sí Teo, hay mucha personas con enfermedades mentales, ahora me viene a la cabeza la poetisa Sylvia Plath, premio Pulizer, llevada a la pantalla por La Paltrow, acabó suicidandose con gas, padecia un trastorno bipolar severo y en fin ....no pudo más, la lista de personas famosas con enfermedades mentales es larga: Aquí, te dejo una larga y triste lista
Adam Ant - músico
Adrian Borland - músico
Axl Rose - cantante, Guns N' Roses.
Ben Moody - músico
Burgess Meredith - actor; con ciclotimia
Brian Wilson - músico, miembro fundador de The Beach Boys.
Catherine Zeta-Jones - actriz
Carrie Fisher - actriz y escritora
Connie Francis - cantante
Cheri Oteri - actriz.
Craig Owens - cantante, Chiodos
Charley Pride - cantante de country
Dick Cavett - actor, escritor
Devin Townsend - músico, Strapping Young Lad, The Devin Townsend Band.
David Strickland - actor, Suddenly Susan.
Demi Lovato - actriz y cantante
Daniel Johnston - músico
Emilie Autumn - músico
Eric Millegan - actor
Emma Parker Bowles - modelo
Gene Tierney - actriz
Jean-Claude Van Damme - actor.Jeremy Brett - actor
Jaco Pastorius - músico de jazz
Jackson Pollock - pintor
Jenifer Lewis - actriz
Jack Irons - baterista,ex Red Hot Chili Peppers y Pearl Jam.
Justin Furstenfeld - cantante de la banda "Blue October"
Kristy McNichol - actriz.
Kristin Hersh - cantante
Kurt Cobain - cantante
Lee Joon - actor y músico
Linda Hamilton - actriz
Max Bemis - del grupo Say Anything,
Maurice Benard - actor
Margot Kidder - actriz
Mike Doughty - músico
Mariette Hartley - actriz
Mel Gibson - actor y director.
Matthew Good - músico
Macy Gray - cantante y actriz
Mackenzie Taylor - comediante
Nina Simone - cantante
Nicola Pagett - actor
Nick Traina - cantante
Ozzy Osbourne - cantante.
Odean Pope - músico de jazz
Patty Duke - actriz
Peter Steele - cantante, Type O Negative.
Pete Wentz - músico. Fall Out Boy
Phil Ochs - músico
Poly Styrene (Marion Elliot-Said) - cantante.
Ray Davies - músico
Russell Brand - comediante y actor
Richard Dreyfuss - actor
Rosemary Clooney - cantante y actriz
Robert Calvert - cantante
Sylvia Plath - poeta/escritora
Stephen Fry - actor, comediante y escritor
Sting - cantante
Spike Milligan - comediante
Sophie Anderton - modelo
Sinéad O'Connor - cantante
Scott Weiland - músico. (Stone Temple Pilots, Velvet Revolver)
Tony Slattery - actor y comediante.
Terry Hall - cantante, The Specials.
Townes Van Zandt - cantautor
Ruby Wax - comediante
Vincent Crane - de la banda Atomic Rooster
Virginia Woolf - escritora
Vivien Leigh - actriz
Vincent Van Gogh - pintor (una de las diferentes hipótesis de diagnóstico)
Como ves, muchos de ellos grandes creadores en todos los generos, literatura, cine, pintura, etc, etc,.....afortunadamente hoy cuentan con medicación, pero te aseguro que no es la panacea y sufren mazo, llegandose a quitar la vida como en el caso del post que tratamos.
Teo, muchas gracias por tu comment.
Un beso.
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